Si bien hablar sobre el petróleo parece un tema muy lejano, lo cierto es que sus precios tienen un impacto más cercano en nuestras vidas de lo que creemos, ya que está conectado con muchas actividades de la economía, desde la gasolina que ponemos en nuestro auto hasta el funcionamiento del sector industrial. Por eso es de vital importancia entender las fuerzas determinantes del precio en su mercado, para poder analizar cómo sus variaciones pueden afectar el escenario actual del mundo financiero.
Quién es quién en el mercado del petróleo
Como todo mercado, el precio del petróleo está determinado por la interacción de las fuerzas de oferta y demanda. Pero lo que es interesante observar es que, de acuerdo a la información publicada por la U.S. Energy Information Administration en julio de este año, el total de la producción era de 88.72 millones de barriles diarios o Mbd, contra un consumo de 93.42. Esto significa que, por el momento, existe un exceso de demanda que se suple con los inventarios manteniendo el precio relativamente alto. Vale la pena mencionar que no existe una tendencia definida en este mercado, ya que puede fluctuar entre el exceso de demanda y el de oferta, acumulando o utilizando inventarios según sea el caso.
El primer paso en el análisis del mercado del petróleo es saber quiénes son los jugadores más relevantes, para poder entender cómo sus interacciones y decisiones moldean el precio del crudo. De tal forma, el gráfico 1 muestra los dos lados con los 6 principales países consumidores y los productores.

Gráfico 1. Elaboración. Gandini Análisis. Datos U.S. Energy Information Administration
Una de las condiciones particulares en el mercado del petróleo es que el máximo productor corresponde a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), un grupo de 13 países que se han constituido en lo que en economía se conoce como un cartel, entre los cuales se destacan Arabia Saudita, Irak, Emiratos Árabes Unidos e Irán como los máximos productores.
Sin embargo, el poder de control sobre la oferta del crudo de este grupo ha cambiado drásticamente desde 2014, año que marcó el descenso de los precios del crudo ante la implementación a gran escala del fracking en Estados Unidos, lo que llevó a ese país a convertirse en el segundo productor mundial con una participación de 19.63%. Esta nueva dinámica y la vuelta de Irán a los mercados internacionales -después que la administración Obama llegó a un acuerdo de supervisión para evitar el enriquecimiento de uranio en ese país- llevó a que el mercado experimente un exceso de oferta que generó la caída del precio de referencia Brent, que pasó de $115 dólares por barril a $27 entre 2014 y 2016.
Este exceso de producción se convirtió en una fuerza determinante y estructural del mercado del petróleo, por lo que la OPEP decidió recortar su producción. El problema en este caso fue que, con alrededor del 30% de la oferta mundial bajo su control, su alcance no era un vector determinante. Para revertirlo, se unió con otros productores como Rusia y México, dando origen a la denominada OPEP+ que en 2018 decidió hacer el primero de varios recortes en su producción para aumentar los precios de forma artificial, logrando sobrepasar brevemente los 80 dólares por barril.
La coyuntura actual
Una vez entendido el contexto histórico del mercado del petróleo, se puede notar cómo estas fuerzas han estado sujetas a los efectos disruptivos que ha traído consigo la pandemia. En el gráfico 2 que pueden ver a continuación se muestra el comportamiento de dos referencias importantes de crudo para el último año: el Brent del mar del norte, que se negocia principalmente en Londres, y el WTI o West Texas Intermediate, que se negocia en Estados Unidos.
Gráfico 2. Elaboración. Gandini Análisis. Datos Bloomberg
El primer hecho que salta a la vista es el precio negativo de -$37.63 dólares del WTI el 23 de abril, lo que es sin lugar a dudas un hito histórico en el mercado del petróleo que se originó por una combinación de factores, tanto de oferta como de demanda.
Lo ocurrido en abril se remonta a enero, cuando los casos de Covid-19 en China comenzaron a aumentar y se empezaron a cerrar sectores por razones sanitarias. Esto afectó la demanda por crudo ya que, como muestra el gráfico 1, este país es el segundo consumidor -a pesar de ser el quinto productor-, lo que significa que es un importador neto.
A medida que el virus fue expandiéndose a diferentes países, se registró un exceso de oferta llegando a 9.47 millones de barriles diarios en marzo. Y si bien la pandemia influyó en esto, en marzo también se presentó lo que se conoce como la guerra de precios entre Rusia y Arabia, las dos grandes fuerzas detrás de los acuerdos de recorte de la OPEP+.
Este conflicto se desató ante la estrategia rusa de salir de los acuerdos de recorte de producción de la OPEP+ en busca de inundar los mercados para reducir el precio y afectar la industria del Shale Oil en Estados Unidos y la respuesta árabe de también aumentar su producción. Esto, sumado a la debilidad en la demanda de cada vez más países con sectores económicos cerrados en la pandemia, llevó a que en abril este exceso de oferta fuera de 19.62 millones de barriles diarios.
Y la situación se complicó aún más. La capacidad de almacenamiento que venía llenándose desde enero llegó a niveles tope para la referencia WTI. Al no haber dónde almacenar el crudo y siendo el 23 de abril el último día de negociación del contrato futuro a vencimiento de abril, aquellos inversionistas que no querían quedarse con el crudo tuvieron literalmente que pagar para vender sus barriles, lo que se tradujo en un precio negativo.
Vale la pena notar que, si bien los precios del Brent no llegaron a niveles negativos porque se contaba con mayor capacidad de almacenaje, el efecto del exceso de oferta mundial se sintió y lo llevó a su mínimo histórico de $19.99.
Actualmente, las fuerzas del mercado están corrigiendo esta tendencia con los planes de reapertura de las economías del mundo y la reactivación de la demanda. Además, la OPEP+ realizó un recorte histórico, primero de 9.7 mbd y luego a 7.7 mdb, lo cual dió como resultado llevar la Brent a niveles de $45 dólares.
Sin embargo, aún quedan varias preguntas por responder. La primera es si estas reaperturas se podrán sostener en el tiempo o si nuevas olas del virus llevarán a revertirlas reduciendo de nuevo la demanda. Otro interrogante es durante cuánto tiempo los productores podrán mantener recortes históricamente altos, a costa de que sus ingresos se vean afectados. Estas cuestiones son las que estaremos observando en los próximos meses para poder entender mejor hacia dónde irá el futuro del mercado del petróleo.
Informe elaborado por Gandini Análisis para SupraBrokers sólo como contenido y en ningún caso se considera una recomendación de inversión.