En su reunión del pasado 26 de enero, la Reserva Federal – FED – inició el año marcando un cambio en su postura, que ya se venía percibiendo en la publicación de las minutas, y llevó a un discurso más Hawkish ante la sorpresa en el dato de inflación de diciembre que fue de 7.0% la más alta desde junio de 1982.
Esta nueva visión que busca controlar el crecimiento de los precios se centra en dos elementos: el aumento de tasa de intervención y la reducción de sus tenencias de bonos, que ascienden a 5.7 trillones dólares en títulos del Tesoro y 2.6 en titularizaciones hipotecarias. En este sentido, su presidente Jerome Powell ha manifestado que el nivel de tasas consistente con el máximo empleo y la estabilidad del nivel de precios ha caído frente a su promedio histórico, lo cual requerirá aumentos más frecuentes que en el pasado.
De acuerdo al Comité de Mercado Abierto, ente encargado de las decisiones de política monetaria, la meta de inflación de largo plazo para Estados Unidos seguirá siendo del 2.0%, por lo que este continuará siendo el valor de referencia a mantener en el radar para los mercados.
A propósito de esto la lectura que el mercado ha dado al comunicado es la expectativa de que la tasa, que se encuentra en este momento entre 0% y 0.25%, sea ajustada al alza en la reunión de marzo próximo, lo que se vio apoyado por declaraciones del mismo Jerome Powell, y que la menos se den 3 aumentos durante 2022 lo que podría llevarla niveles de 2.25%. (Click aquí para acceder al Comunicado de prensa de la reunión)
Gráfico 1. Elaboración propia.
Desde el punto de vista teórico, el escenario de control del aumento de los precios en la economía se apoya en una política monetaria contractiva, la cual busca retirar dinero a través del uso de dos herramientas. La primera es el aumento de la tasa de interés, lo que eventualmente llevará a que los bancos comerciales suban sus tasas, haciendo el crédito más costoso para los hogares, reduciendo su demanda adicional por bienes y servicios, y quitándole presión a los precios. La segunda es la venta de los títulos de deuda pública y titularizaciones que ha venido acumulando la entidad en su hoja de balance, al llevar dos años realizando políticas de Quantitative Easing, ya que, al vender los títulos, recibe dólares que mantendrá fuera del mercado.
Los mercados por supuesto no son ajenos a las decisiones de la FED. Es por eso que a continuación se analizan los impactos y las fuerzas de fondo tanto en renta variable como en renta fija de Estados Unidos.
Mercado de Renta Fija
Uno de los impactos que se derivan de las decisiones tomadas por los Bancos Centrales es en el mercado de renta fija donde los bonos recogen mucho del sentimiento de los inversionistas sobre las tasas y sus expectativas de inflación. En este sentido el Gráfico 2 muestra el comportamiento de la tasa yield de los bonos a 10 años de Estados Unidos, que vale la pena recordar tiene una relación inversa al precio.
Gráfico 2. Elaboración propia. Datos Bloomberg
Viendo el comportamiento del último año, la gran sorpresa que llevó a un selloff o venta masiva de bonos de 10 años de Estados Unidos y otros países fue la publicación de las minutas de la reunión de la Reserva Federal, que llevó de 1.35% hasta niveles por encima de 1.80%, lo que implica una caída en los precios.
¿La razón? Básicamente, no es tanto la decisión de aumento de tasa, sino que la fuerza detrás de esto es el aumento en las expectativas de inflación por parte de la FED, reconociendo que es un problema que debe enfrentarse. Este aumento en expectativas de inflación lleva a desincentivar la tenencia de bonos de largo plazo ya que el valor del dinero en el tiempo caería por efecto de los mayores precios, lo que hace que la tasa de descuento suba y efectivamente que su valor presente sea menor.
Mercado de Renta Variable
El efecto en el mercado de renta variable es un poco más difícil de observar ya que la reunión de la FED se cruzó con la publicación de estados de resultados de diferentes compañías, entre ellas algunas de las de tecnología. Sin embargo, en el mismo momento que se ve el aumento de tasas en los bonos, el índice S&P500 presenta una caída entre 4.663 y 4.327 unidades.
Gráfico 2. Elaboración propia. Datos Bloomberg
Para el caso del mercado accionario, la toma de acciones por parte de la FED en términos de aumentos de tasas y de venta de los títulos que tiene en su balance, se resumen en el fin de un par de años marcados por el aumento en liquidez impulsado por una política monetaria expansiva enfocada en promover el crecimiento económico, por el contexto de la pandemia. Esto lleva a replantear a los inversionistas la continua tendencia al alza en los precios, así como la percepción de riesgo asociada a estos activos.
Como lo hemos mencionado en diferentes columnas, las decisiones de la FED son un elemento que trasciende los mercados de Estados Unidos y afecta de forma global, tanto las acciones como los bonos y las tasas de cambio, es por eso vital entender cuáles son sus puntos de vista, lenguaje y herramientas para poder predecir esa respuesta de los inversionistas ante sus decisiones.
Informe elaborado por Gandini Análisis para SupraBrokers sólo como contenido y en ningún caso se considera una recomendación de inversión.